Cuanto tiempo Paco!!!
Pues sí, Manolo. Tras todo lo acontecido necesitamos tiempo para nosotros, para no acabar saturados...
Evidentemente, Paquito. Pero eso no quita para poder continuar debatiendo, cuestionándonos, aprendiendo.
Y para eso os transcribo este reportaje, aparecido hoy El País. Espero que lo sepamos compartir, que abandonemos la batalla dialéctica y nos dediquemos a lo primordial: hablar sobre el reportaje, compartir opiniones y puntos de vista.
¿Sabremos?
REPORTAJE: MENORES EN CONFLICTO
Convivencias al límite
Unos 800 menores se encuentran internados en diversos centros españoles dedicados a trastornos graves de conducta, donde chocan con educadores sometidos al estrés de un trabajo difícil, pobremente pagado y puesto en entredicho por el Defensor del Pueblo
Vecinos de Azuqueca de Henares (Guadalajara) evocan, con cierto espanto, los años en que los chavales del centro de protección de menores Casa Joven Juan Carlos I montaban unas broncas de campeonato. "Uno de ellos, con un hierro en la mano, llegó a enfrentarse a la Guardia Civil. Lo vi yo con estos ojos", subraya el septuagenario Pedro en una calle cercana. El adolescente desafió a la autoridad: "Venga, venid a por mí si tenéis cojones, hijos de puta". Corrían otros tiempos y otras circunstancias en Casa Joven, a 48 kilómetros de Madrid, uno de los centros fustigados por el Defensor del Pueblo en su informe sobre 27 de los 58 centros de trastornos de conducta graves abiertos en España.
Las conclusiones más impactantes, aquellas relacionadas con la abusiva administración de tranquilizantes, los prolongados aislamientos o las brutales inmovilizaciones, causaron alarma social. Los procedimientos punitivos se llevaron todos los titulares. "¿Te ocurrió algo malo?", preguntó una cadena de televisión a un joven interesado en intervenir telefónicamente en un programa. "No, a mí me fue bien", respondió. "Perdona, pero entonces (su testimonio) no interesa", le respondieron desde el equipo de producción.
Durante una reciente comparecencia ante la Comisión Mixta Congreso-Senado, el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, admitió no poder "salir al paso de los innumerables titulares que no coinciden íntegramente con nuestras afirmaciones". Ciertamente fue imposible limitar una onda expansiva. La zozobra social era entendible, pues gente relacionada con los menores, o los mismos chavales en prensa o foros de Internet, denunciaron perrerías: encerrados a capricho, castigados a caminatas de tres o cuatros horas descalzos, a limpiar suelos de 7.30 a once de la noche, atiborrados a pastillas, o atados a una silla con cinta aislante, a la intemperie, fuera verano o invierno.
La Fiscalía General ordenó diligencias procesales y numerosos profesionales cayeron en el desánimo o en la indignación, pues pagaron justos por pecadores al verse todos en la picota pública, como presuntos culpables, sin apenas atenuantes. Al inmerecido descrédito se suma un trabajo nada fácil, mileurista y no exento de riesgos físicos. Casi todas las personas consultadas, entre ellas dos educadoras agredidas, una con las cicatrices de dos mordeduras en la muñeca y la otra con el ojo morado por un puñetazo, recibieron llamadas de sus allegados con un estado de opinión generalizado: "¿Los atáis a la cama? ¿Los encerráis? Pero ¿qué les estáis haciendo?". Excepto las ovejas negras, los capataces más proclives al palo que a la persuasiva paciencia, la tarea de los verdaderos educadores es encarrilar y levantar la autoestima de los menores, habitualmente a ras de suelo.
El proceso hacia esa meta es tortuoso porque se trata de chavales con patologías diversas, que rechazan cualquier tipo de actividad y normas porque, en muchos casos, no hubo quien se las pusiera. Paralelamente, niños con problemas psiquiátricos conviven con otros aquejados por trastornos de conducta, amén de no existir en España una titulación en psiquiatría infantil. Lo cierto es que insultan y agreden a compañeros y educadores; "pero no pasa nada, es nuestro trabajo diario, que, a pesar de ser muy duro, merece la pena desempeñar si conseguimos que modifiquen alguna de estas conductas", señala Roberto Barrado, educador de Casa Joven, con 10 años de experiencia. El grado de agitación puede ser extremo, y entonces lanzan mesas y sillas contra lo primero que pillan; rompen cristales, puertas y ventanas; destrozan persianas, luces y enchufes, y mastican y tragan el tóxico contenido en las pilas del mando a distancia del televisor tratando de autolesionarse.
José Chamizo, Defensor del Menor de Andalucía, indica que cuando el equipo de Enrique Múgica dice lo que dice, algo habrá; pero conviene distinguir bien entre las constataciones de sus asesores en las visitas y las afirmaciones de los internados. No pocos denunciaron medicaciones a la fuerza, "pero resulta que igual el médico les prescribió medicación". Y ha surgido un nuevo perfil de adolescente trastornado: no procede de barrios marginales, sino de familias convencionales. "Tienen padres responsables que no pueden con el hijo, pero no quieren desampararlos. Hemos pedido que haya plazas para tratar a estos chicos".
La figura legal del desamparo, la renuncia temporal a la patria potestad, es necesaria para que la Junta de Andalucía se haga cargo de ellos. Carmen Belinchón, directora general de Infancia y Familias, dice que probablemente requieren "una intervención distinta, aunque cada centro y cada profesional deben asumir sus responsabilidades. Distinto es que igual tengamos que contemplar una nueva reglamentación para que no exista la actual alarma".
El mundo del menor tutelado es complejo, turbulento, sujeto a la diaria batalla entre los equipos de educadores, psicólogos y psiquiatras encargados de su integración y los cerca de 12.000 chavales protegidos por las autonomías en pisos asistidos, centros de acogida y de residencia básica.
Los más rebeldes, inadaptados o enfermos suman 800, alojados en los centros dedicados a trastornos graves de conducta. La Administración paga por su cuidado una media de 3.810 euros mensuales. Las cifras son aproximadas y cambiantes debido a la diversidad de conteos y registros, y al paso que a veces se produce desde pisos tutelados a centros de trastornos graves, según las circunstancias.
El caso es que los nuevos internos llegan de familias de clase media que no han podido inocular a sus hijos la cultura de la responsabilidad y el esfuerzo, según constata la psicoterapeuta Teresa Pont, autora de Profiling, el acto criminal. "Se les intenta hacer las cosas lo más fáciles posible, no se les enseña autocontrol, apenas se les dice que no", dice, tratando de explicarse las causas.
El revuelo causado por el informe del Defensor del Pueblo ha dolido mucho a los trabajadores de Casa Joven. La entrevista con la directora, el subdirector, el psicólogo, los educadores y la cocinera dominicana del establecimiento terapéutico se desarrolla en la cafetería de un hotel próximo, porque la Junta de Castilla-La Mancha denegó a este periódico la entrada en las instalaciones del centro de menores. "Tenga en cuenta que son niños o adolescentes tutelados", alegó un portavoz. Los profesionales decidieron reunirse con el periodista para defender su trabajo, explicarlo y puntualizar, o rechazar, juicios que creen descontextualizados o maliciosos, emitidos desde el resentimiento de "unos educadores despedidos", según afirman, por negligencia en el incumplimiento de las pautas educativas.
"El informe está fuera de contexto y contiene bastantes incongruencias cuando habla de Casa Joven", subraya Rocío Villafranca, su directora. Entre otras, cita ésta: en la página 142 constata "la satisfacción de los menores con la atención prestada en el centro", y en la 370, lo contrario: "Se muestran muy descontentos, transmiten su descontento por el abuso de autoridad, denuncian exceso de sanciones y contenciones".
Los desquiciamientos juveniles difícilmente admiten paños calientes. "Que me diga el Defensor del Pueblo qué quiere que hagamos cuando un chaval de 17 años, con un cuerpo enorme, con la adrenalina a tope, quiere agredir a un compañero o a un educador", indica Gabriel, un fornido educador. "Tú le dices: 'Oye, no puedes hacer eso, no puedes hacer eso', y él sigue adelante. No te queda otra opción que inmovilizarlo, puntualmente, en el suelo, para que reflexione. Para mí que el Defensor ha mezclado cosas de antes, de hace muchos años, cuando esto era un campo de batalla".
Empero, la pregunta de Enrique Múgica parece pertinente: "¿Son violentos los adolescentes y por eso se les aplican métodos agresivos, o bien porque se les aplican reglamentos rigurosos agresivos e inapropiados que ninguna persona soportaría, los adolescentes pierden los estribos y el respeto al tratamiento?" La Junta de Andalucía entendió mejor las dudas de la sociedad y facilitó a este periódico el acceso a un centro de trastornos graves; eso sí, sin permitir de ningún modo que el periodista pudiera hablar con los menores.
El centro visitado ha sido La Casa, en Purchena (Almería). Es espacioso, vitalista en su diseño. "Aquí les inculcamos unos valores que ellos todavía no conocen. Y no es fácil. Pero se carga uno una mochila de empatía, con una plantilla preparada como la nuestra, y ellos responden bien", subraya José Luis Campoy, director del centro andaluz, situado a cien kilómetros de Almería, en plena naturaleza.
El centro funciona con una economía de fichas: los chicos, si cumplen, suman puntos y premios, y si no cumplen, pierden puntos y pierden cosas. Por ejemplo, la tele en la habitación. Las actividades arrancan a las 7.15. Estudio, descanso, deportes, excursiones o cine los domingos, y a medianoche deben estar apagados los móviles, los MP3 o la PlayStation autorizados por la dirección.
"Buscamos que los chavales estén ocupados la mayor parte del tiempo. Se les dan todas las facilidades para formarse", asegura Campoy, con 15 menores y 19 educadores a su cargo. Las charlas sobre habilidades sociales, control de impulsos o drogodependencia y el trabajo psicológico son fundamentales en el programa educativo de la mayoría de los centros controlados por las autonomías.
El defensor del menor de Madrid, Arturo Canalda, rechaza las simplificaciones. "Cuando aparece la noticia de que un centro de menores tiene rejas en las ventanas, ¿se pretende que sea una cárcel o simplemente las han puesto porque ha habido niños que se han querido tirar? Pero eso no ha salido", dice. "Quizá sería bueno establecer un reglamento de régimen interior común para este tipo de centro. Es decir, que las situaciones similares se traten de manera similar. Por ejemplo, en las medidas de contención". Esta conversación entre un inspector y un adolescente contenido es reveladora.
-Estos cabrones (los educadores) me están puteando.
-¿Y eso?
-Pues un guardia de seguridad me tiró al suelo y me puso las rodillas encima de la espalda.
-¿Y por qué te trató así?
-Es que le había pegado dos hostias al educador.
No obstante, la impulsividad del trastornado es más tolerable que la irresponsabilidad del empleado de seguridad de Picón de Jarama (Paracuellos) que redujo a un chaval, causándole un traumatismo craneal, con dos golpetazos de la barra de detección de metales.
"El momento más delicado es cuando entran", dice Sergio, director del centro de chicas Afanas, en la bahía de Cádiz. "Me pongo en la piel de ellas. Llegan a un sitio nuevo, no conocen a nadie". Ese día les dan un recibimiento cálido. "Todas necesitan cariño, mucho cariño, y hablar mucho con ellas, porque hay familias que apenas les prestan atención. Y a veces su forma de exteriorizar la tristeza es la violencia. No han recibido una socialización adecuada".
Bien lo sabe Irene, de Casa Joven, con las cicatrices de dos dentelladas en la muñeca. Aunque a veces sobrevenga el abatimiento, sigue adelante porque cree en el proyecto. "Es muy fuerte lo que se ha estado diciendo. Tal como está redactado el informe, parece que cuando el niño te dice que no, le tiras al suelo, le atas y le pegas", dice. "No, por favor. Las cosas no son así. Nosotros establecemos lazos afectivos con los chicos y queremos que se reintegren en la sociedad. Nuestro trabajo es vocacional".
¿Y qué movió al Defensor del Pueblo a inspeccionar los centros de menores? Enrique Múgica dijo en una entrevista con este periódico que "todo empezó cuando un grupo de educadores vino aquí a contar lo que estaba pasando en su centro porque se habían compadecido de los niños". Dos de ellos trabajaron en Casa Joven. "Es muy poco ético que esperasen dos años después de estar trabajando aquí para denunciar las irregularidades a las que se refieren y no lo hubieran hecho antes", lamentan sus ex compañeros. "De hecho, querían seguir trabajando aquí, y cuando fueron despedidos empezaron su lucha frenética contra la Fundación O'Belén (que gestiona Casa Joven y otros centros) mandando informes a las instituciones". Fueron despedidos "por no desempeñar correctamente su labor de educador", aseguran los que fueron sus compañeros. "Yo he trabajado con los dos educadores que salieron en televisión (Ricardo y Daniel) y no te dicen, por ejemplo, que le dejaron subir un televisor a su habitación a un chico con graves problemas de agresividad", subraya Gabriel. "Un televisor con un cristal así de gordo a un menor que constantemente rompía cosas y que lanzó ese televisor contra un educador. Eso no lo comentan". A los ex educadores que acudieron al Defensor del Pueblo, sus ex compañeros les imputan no haber actuado coordinadamente con el equipo educativo de Casa Joven, restando eficacia y fuerza a las instrucciones.
En el centro andaluz de Purchena no tienen ese problema. "Mamá, aquí no puedo (esquivar el reglamento del centro) porque éstos están unidos", comentaba a su madre un chaval internado en La Casa, según dicen sus empleados. "No somos sus amigos, no podemos serlo porque somos sus educadores. Ésa es nuestra función". Piensan que los chavales lo ven de otra manera: buscan amiguetes para tratar de ganarse un trato preferente.
Casa Joven y otros centros no niegan que haya chavales con malos recuerdos porque fueron internados contra su voluntad, pero están seguros de su agradecimiento, porque así se lo han hecho saber. La directora de Infancia y Familias de la Junta de Andalucía, Carmen Belinchón, insta a "sentarnos todos para hablar sobre los adolescentes y establecer los límites"; y el Defensor del Menor, a la renuncia de los castigos personales, del maltrato psíquico y de las humillaciones que atentan contra la dignidad de los menores.
lunes, 9 de marzo de 2009
lunes, 16 de febrero de 2009
Legitimando
-Mu buenas Paco,
-Hola Manolo!
-Te quería dejar el reportaje de informe semanal (periodismo serio, no ADN)hablando sobre los centros, sobre Picón. Dedícale unos minutos y me das tu parecer.
- Pues venga, pásalo.
- Sí , si, ahí va:
http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090214/menores-sin-derechos-informe-semanal/409268.shtml
-Y en las noticias de telecinco también han hablado algunos de nuestros chavales:
http://mitele.telecinco.es/informativos/sociedad/66113.shtml?p=9
Pero es que, además Paquito, he encontrado esta noticia, que también te podría interesar:
El Defensor del Pueblo comparece mañana ante el Senado para explicar su informe
Una investigación del Defensor del Menor en Madrid descarta malos tratos en los centros
16 Febrero 09 - P. Rodríguez
MADRID- El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, no ha encontrado nada punible en las visitas realizadas a todos los centros de menores de la región. En un informe que presentará próximamente en la Asamblea de Madrid, Canalda explica que no ha recibido ninguna denuncia de malos tratos en las instituciones de la comunidad. Sobre Picón del Jarama, uno de los peor valorados por el informe que el Defensor del Pueblo hizo público el pasado 2 de febrero, explicó que se han realizado dos inspecciones sorpresa desde el pasado mes de noviembre y «no hemos encontrado nada fuera de lo normal». Según el Defensor del Menor, que las camas de algunas habitaciones estén atadas al suelo tiene todo el sentido, «porque hay menores muy conflictivos que pueden hacerse daño», añadió. Canalda indicó que «lo que he visto en mis dos visitas ha sido la instalación típica de un centro de menores con trastorno de conducta, en el que no hay nada denunciable». Dos expedientes Canalda indicó que su institución abrió un expediente de oficio por el suicidio de un menor de origen marroquí el pasado mes de diciembre y otro por la publicación en internet de la carta de una menor que denunciaba malos tratos y reducciones violentas. En ninguno de los dos casos se ha encontrado evidencia alguna de la responsabilidad del centro o de alguno de sus trabajadores. El Defensor del Menor criticó el papel de algunos medios de comunicación, «que han dado voz a gente que ha hecho mucho daño a los centros y ponen en solfa el trabajo de sus profesionales». Con todo, pidió respeto para el informe del Defensor del Pueblo, que calificó de «magnífico» y del que Enrique Múgica todavía no ha dicho nada. «Hay que esperar a que dé sus explicaciones», concluyó. Las explicaciones de Enrique Múgica se producirán mañana en la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo del Senado, informa Ep. Ésta será la primera vez que Múgica hable del informe, que denunciaba que muchos centros vulneran los derechos de los menores, maniatándoles o prohibiéndoles la salida al patio o la asistencia a clase.
- Jodó Manolo, si al final nuestro trabajo no va a resultar tan fácil como decir a un vigilante que reduzca un chaval, como disolver un medicamento en colacao.
- Si al final resulta que nuestro trabajo, querido Paco, van a ser otras muchas cosas, mucho más comlejas y, por supuesto, mucho más bonitas.
-Hola Manolo!
-Te quería dejar el reportaje de informe semanal (periodismo serio, no ADN)hablando sobre los centros, sobre Picón. Dedícale unos minutos y me das tu parecer.
- Pues venga, pásalo.
- Sí , si, ahí va:
http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090214/menores-sin-derechos-informe-semanal/409268.shtml
-Y en las noticias de telecinco también han hablado algunos de nuestros chavales:
http://mitele.telecinco.es/informativos/sociedad/66113.shtml?p=9
Pero es que, además Paquito, he encontrado esta noticia, que también te podría interesar:
El Defensor del Pueblo comparece mañana ante el Senado para explicar su informe
Una investigación del Defensor del Menor en Madrid descarta malos tratos en los centros
16 Febrero 09 - P. Rodríguez
MADRID- El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, no ha encontrado nada punible en las visitas realizadas a todos los centros de menores de la región. En un informe que presentará próximamente en la Asamblea de Madrid, Canalda explica que no ha recibido ninguna denuncia de malos tratos en las instituciones de la comunidad. Sobre Picón del Jarama, uno de los peor valorados por el informe que el Defensor del Pueblo hizo público el pasado 2 de febrero, explicó que se han realizado dos inspecciones sorpresa desde el pasado mes de noviembre y «no hemos encontrado nada fuera de lo normal». Según el Defensor del Menor, que las camas de algunas habitaciones estén atadas al suelo tiene todo el sentido, «porque hay menores muy conflictivos que pueden hacerse daño», añadió. Canalda indicó que «lo que he visto en mis dos visitas ha sido la instalación típica de un centro de menores con trastorno de conducta, en el que no hay nada denunciable». Dos expedientes Canalda indicó que su institución abrió un expediente de oficio por el suicidio de un menor de origen marroquí el pasado mes de diciembre y otro por la publicación en internet de la carta de una menor que denunciaba malos tratos y reducciones violentas. En ninguno de los dos casos se ha encontrado evidencia alguna de la responsabilidad del centro o de alguno de sus trabajadores. El Defensor del Menor criticó el papel de algunos medios de comunicación, «que han dado voz a gente que ha hecho mucho daño a los centros y ponen en solfa el trabajo de sus profesionales». Con todo, pidió respeto para el informe del Defensor del Pueblo, que calificó de «magnífico» y del que Enrique Múgica todavía no ha dicho nada. «Hay que esperar a que dé sus explicaciones», concluyó. Las explicaciones de Enrique Múgica se producirán mañana en la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo del Senado, informa Ep. Ésta será la primera vez que Múgica hable del informe, que denunciaba que muchos centros vulneran los derechos de los menores, maniatándoles o prohibiéndoles la salida al patio o la asistencia a clase.
- Jodó Manolo, si al final nuestro trabajo no va a resultar tan fácil como decir a un vigilante que reduzca un chaval, como disolver un medicamento en colacao.
- Si al final resulta que nuestro trabajo, querido Paco, van a ser otras muchas cosas, mucho más comlejas y, por supuesto, mucho más bonitas.
viernes, 13 de febrero de 2009
Oye paco
Dime manolo
Seguimos siendo unos malvados, y siniestros personajillos??
Creo que ya no paco
Y eso??
Por que esta mañana El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia Madrid(según erupopapress) ha dicho que el trato en los centros de menores es correcto.
Anda!! En serio??
Si Paco, con estas cosas no se bromea
Pues yo he visto/leido/oido muchas bromas estos días acerca de nuestra profesionalidad
Si manolo, pero no caeremos en el mismo pozo no?
No paco
La noticia aquí: http://www.europapress.es/nacional/noticia-fiscal-jefe-madrid-asegura-trato-centros-menores-correcto-20090213113544.html
Dime manolo
Seguimos siendo unos malvados, y siniestros personajillos??
Creo que ya no paco
Y eso??
Por que esta mañana El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia Madrid(según erupopapress) ha dicho que el trato en los centros de menores es correcto.
Anda!! En serio??
Si Paco, con estas cosas no se bromea
Pues yo he visto/leido/oido muchas bromas estos días acerca de nuestra profesionalidad
Si manolo, pero no caeremos en el mismo pozo no?
No paco
La noticia aquí: http://www.europapress.es/nacional/noticia-fiscal-jefe-madrid-asegura-trato-centros-menores-correcto-20090213113544.html
lunes, 9 de febrero de 2009
Hoy un menor....
Oye Paco
Dime Manolo
Solo decirte:
Que hoy un menor me amenazo de muerte
Que hoy un menor me levanto la mano
Que hoy un menor me dijo q estaria tranquilo y en cuanto me di la vuelta se escapo de su habitacion para ir a montar jaleo a la planta de abajo
Que hoy un menor me ha chillado, empujado y amenazado con denunciarme, solo porq sus compañeros no paraban ni le dejaban dormir
Que hoy un menor a amenazado con suicidarse por que ahora esta de moda y es la moneda q utilizan para chantajearme.
Que hoy un menor rompio un cd y te puedes imaginar cual era su intencion con los trozos rotos.
Que hoy un menor al cual he visto fastidiarse la mano dando golpes a una pared para luego decirle al medico que he sido yo el que le ha producido la lesion.
Que hoy gracias al "buen" comportamiento de todos los menores he roto a llorar de rabia e impotencia.
Joder paco estas bien???
No Manolo no estoy bien. Y sin embargo lucho cada dia por sacar adelante mi trabajo.
Dime Manolo
Solo decirte:
Que hoy un menor me amenazo de muerte
Que hoy un menor me levanto la mano
Que hoy un menor me dijo q estaria tranquilo y en cuanto me di la vuelta se escapo de su habitacion para ir a montar jaleo a la planta de abajo
Que hoy un menor me ha chillado, empujado y amenazado con denunciarme, solo porq sus compañeros no paraban ni le dejaban dormir
Que hoy un menor a amenazado con suicidarse por que ahora esta de moda y es la moneda q utilizan para chantajearme.
Que hoy un menor rompio un cd y te puedes imaginar cual era su intencion con los trozos rotos.
Que hoy un menor al cual he visto fastidiarse la mano dando golpes a una pared para luego decirle al medico que he sido yo el que le ha producido la lesion.
Que hoy gracias al "buen" comportamiento de todos los menores he roto a llorar de rabia e impotencia.
Joder paco estas bien???
No Manolo no estoy bien. Y sin embargo lucho cada dia por sacar adelante mi trabajo.
jueves, 5 de febrero de 2009
NOTA DE PRENSA
A través de este escrito los trabajadores del Centro de Atención Psicosocial Picón de Jarama queremos manifestar nuestra profunda indignación ante la indiscriminada criminalización que estamos sufriendo. No sólo se está cuestionando nuestra intervención sino que se están vertiendo constantes acusaciones basadas en un amplísimo informe del defensor del pueblo que los diversos medios de comunicación han simplificado y desvirtuado. En dicho informe no existe una relación directa entre nuestro centro de trabajo y las acusaciones vertidas, sino que estas aparecen en apartados diferenciados en los que el defensor del pueblo recoge las denuncias de los propios menores y la prensa se encarga de estructurar como afirmaciones del propio defensor del pueblo.
Pretendemos reafirmar nuestra convicción en cuanto a la intervención que venimos desarrollando, completamente alejada de lo transcendido en los medios de comunicación. Por lo tanto, en nuestro centro de trabajo:
- No existe maltrato de ningún tipo, físico o psicológico.
- Las personas que intervenimos tenemos la correspondiente cualificación y titulación para realizar las funciones asignadas.
- La medicación está pautada, preescrita y administrada por un médico, un médico psiquiatra y dos enfermeras, informando al menor en todo momento de la medicación administrada y explicándole las razones. Esta medicación es pautada junto al menor y se procura una progresiva disminución procurando la extinción (en los perfiles que lo permite) del uso farmacológico. Aproximadamente un 60% de los menores no tiene preescrito mediación psiquiátrica de ningún tipo.
- No existe el asilamiento, los momentos en los que el menor muestra una alta agitación psicomotriz que dificulta su permanencia en el grupo la supervisión educativa es constante y rigurosa.
Puesto que nos enmarcamos en el ámbito de la intervención social con menores en riesgo, también somos plenamente conscientes de las carencias que dificultan una intervención de mayor calidad y que repercuten directamente en aquellos menores hacia los que nos dedicamos. Sueldos miserables, horarios extenuantes, dificultad en cuanto al acceso de materiales pedagógicos, sobresaturación de responsabilidades, escaso y descompensado número de personal, inseguridad y exposición física ante situaciones violentas y de riesgo, son una realidad en este ámbito profesional, derivados de una administración poco consciente de la complejidad y las necesidades, que parece priorizar en escatimar fondos anteponiéndose al objetivo final de nuestra intervención: proporcionar posibilidades reales para aquellos que, por diversas circunstancias, han quedado relegados y desvinculados de sus propios contextos sociales. Por consiguiente, valoramos positivamente informes como el aparecido pues suponen una oportunidad para regularizar y estructurar un ámbito como el social, muchas veces tan desamparado como los menores con quienes intervenimos.
La mayoría de los medios de comunicación focalizan su atención en acontecimientos aislados, descontextualizados y en absoluto contrastados, favoreciendo una alarma social perniciosa para los propios menores, que les permite vivenciar su propio proceso madurativo desde una perspectiva victimista, revirtiendo el proceso educativo que se estaba desarrollando. Por otro lado, la justificación pública en cuanto a nuestros modelos de intervención también puede ser generadora de un autoconcepto estigmatizado hacia nuestros chavales.
De esta manera, pretendemos transferir la responsabilidad que cada una de las partes posee, exigiendo a la administración una regularización que mejore y clarifique las condiciones y a los medios de comunicación una información más veraz y contrastada acerca del contexto en el que nos manejamos.
No sólo no tenemos nada que ocultar sino que estamos deseando mostrar el contexto en el que nos desenvolvemos. Pero, sobre todo, reafirmar nuestra esperanza en cuanto a los protagonistas principales de dicha intervención, que no son otros que los propios menores, principales valedores de las conquistas adquiridas, principales verificadores de que con su esfuerzo tienen sobrada capacidad para revertir las situaciones más complicadas.
En Madrid, a 05 de Febrero de 2009.
Trabajadores del CAPS Picón de Jarama.
Pretendemos reafirmar nuestra convicción en cuanto a la intervención que venimos desarrollando, completamente alejada de lo transcendido en los medios de comunicación. Por lo tanto, en nuestro centro de trabajo:
- No existe maltrato de ningún tipo, físico o psicológico.
- Las personas que intervenimos tenemos la correspondiente cualificación y titulación para realizar las funciones asignadas.
- La medicación está pautada, preescrita y administrada por un médico, un médico psiquiatra y dos enfermeras, informando al menor en todo momento de la medicación administrada y explicándole las razones. Esta medicación es pautada junto al menor y se procura una progresiva disminución procurando la extinción (en los perfiles que lo permite) del uso farmacológico. Aproximadamente un 60% de los menores no tiene preescrito mediación psiquiátrica de ningún tipo.
- No existe el asilamiento, los momentos en los que el menor muestra una alta agitación psicomotriz que dificulta su permanencia en el grupo la supervisión educativa es constante y rigurosa.
Puesto que nos enmarcamos en el ámbito de la intervención social con menores en riesgo, también somos plenamente conscientes de las carencias que dificultan una intervención de mayor calidad y que repercuten directamente en aquellos menores hacia los que nos dedicamos. Sueldos miserables, horarios extenuantes, dificultad en cuanto al acceso de materiales pedagógicos, sobresaturación de responsabilidades, escaso y descompensado número de personal, inseguridad y exposición física ante situaciones violentas y de riesgo, son una realidad en este ámbito profesional, derivados de una administración poco consciente de la complejidad y las necesidades, que parece priorizar en escatimar fondos anteponiéndose al objetivo final de nuestra intervención: proporcionar posibilidades reales para aquellos que, por diversas circunstancias, han quedado relegados y desvinculados de sus propios contextos sociales. Por consiguiente, valoramos positivamente informes como el aparecido pues suponen una oportunidad para regularizar y estructurar un ámbito como el social, muchas veces tan desamparado como los menores con quienes intervenimos.
La mayoría de los medios de comunicación focalizan su atención en acontecimientos aislados, descontextualizados y en absoluto contrastados, favoreciendo una alarma social perniciosa para los propios menores, que les permite vivenciar su propio proceso madurativo desde una perspectiva victimista, revirtiendo el proceso educativo que se estaba desarrollando. Por otro lado, la justificación pública en cuanto a nuestros modelos de intervención también puede ser generadora de un autoconcepto estigmatizado hacia nuestros chavales.
De esta manera, pretendemos transferir la responsabilidad que cada una de las partes posee, exigiendo a la administración una regularización que mejore y clarifique las condiciones y a los medios de comunicación una información más veraz y contrastada acerca del contexto en el que nos manejamos.
No sólo no tenemos nada que ocultar sino que estamos deseando mostrar el contexto en el que nos desenvolvemos. Pero, sobre todo, reafirmar nuestra esperanza en cuanto a los protagonistas principales de dicha intervención, que no son otros que los propios menores, principales valedores de las conquistas adquiridas, principales verificadores de que con su esfuerzo tienen sobrada capacidad para revertir las situaciones más complicadas.
En Madrid, a 05 de Febrero de 2009.
Trabajadores del CAPS Picón de Jarama.
martes, 3 de febrero de 2009
Que quede claro
Teniendo en cuenta lo que está saliendo en los medios (sujeciones mecánicas, habitaciones de privación sensorial, medicación excesiva, torturas físicas, humillaciones,…) nos resulta del todo lógico que la gente quiera manifestar su repulsa y se posicionen en contra de estos "campos de concentración para menores". Conscientes del bombardeo mediático que se está dando tras hacerse público el informe del defensor del pueblo y de la lógica alarma social que se está generando, entendemos el asombro y la indignación de la ciudadanía. Si los hechos descritos ocurriesen de la manera planteada, si se acercasen si quiera a la realidad diaria que manejamos, estamos convencidos que la mayoría estaríamos también en la calle, protestando y exigiendo los cambios oportunos.
No vamos a entrar, por el momento, a explicar el funcionamiento o no funcionamiento del centro, nuestra profesionalidad ni las contundentes acusaciones que se están realizando. Ya lo hemos ido haciendo, a través de los post y los comentarios que estos han generado. Todavía quedan cosas por debatir pero con lo que tenemos en esta web, a quién le interese, se puede hacer una idea más cercana de la que aparece en los medios de comunicación sobre el contexto del que estamos hablando.
Si vamos a enfatizar sobre una cuestión. Perplejos, hemos apreciado como la basura de la sociedad nos tendía la mano para hacer frente a los "antisistema". Nada más alejado de nuestras intenciones. En nuestro día a día trabajamos con menores no acompañados (subsaharianos, marroquíes,…), con hijo@s de migrantes, con gitan@s, con toda clase de menores en riesgo social que, vosotros, la derecha más recalcitrante, no dudaríais en perseguir y criminalizar. En nuestro día a día nos esforzamos para que est@s puedan vislumbrar un futuro más esperanzador, con un mayor autocontrol de ell@s mism@s que l@s permitan manejarse con más herramientas en una sociedad que muchas veces les ha rechazado, pues entendemos que ell@s son las verdaderas víctimas y que todo el mundo, venga de donde venga, nativ@ o extranjer@, tiene derecho a tener una vida digna y plena, en su lugar de origen o en el que se encuentre y decida establecerse. Que está dignidad sólo se consigue aprendiendo a respetar y a convivir con l@s demás, rompiendo estereotipos y ennobleciendo las diferencias, del tipo que sean.
Por ello, aprovechamos para constatar que en absoluto podemos compartir con vosotros ideas o juicios de ninguna clase, que repudiamos vuestro apoyo, del tipo que sea, y que dejéis de sumaros a una causa en la que no tenéis cabida y a la que intuimos sólo os acercáis por motivos propagandísticos, por salir de las sombras en las que os encontráis inmersos. A pesar de la constante criminalización por parte de la asamblea hacia nuestro trabajo y de cómo nos está afectando, nos encontramos encarecidamente más cercanos a estos, por su preocupación con los chavales, que ha ninguno de estos supuestos defensores.
No vamos a entrar, por el momento, a explicar el funcionamiento o no funcionamiento del centro, nuestra profesionalidad ni las contundentes acusaciones que se están realizando. Ya lo hemos ido haciendo, a través de los post y los comentarios que estos han generado. Todavía quedan cosas por debatir pero con lo que tenemos en esta web, a quién le interese, se puede hacer una idea más cercana de la que aparece en los medios de comunicación sobre el contexto del que estamos hablando.
Si vamos a enfatizar sobre una cuestión. Perplejos, hemos apreciado como la basura de la sociedad nos tendía la mano para hacer frente a los "antisistema". Nada más alejado de nuestras intenciones. En nuestro día a día trabajamos con menores no acompañados (subsaharianos, marroquíes,…), con hijo@s de migrantes, con gitan@s, con toda clase de menores en riesgo social que, vosotros, la derecha más recalcitrante, no dudaríais en perseguir y criminalizar. En nuestro día a día nos esforzamos para que est@s puedan vislumbrar un futuro más esperanzador, con un mayor autocontrol de ell@s mism@s que l@s permitan manejarse con más herramientas en una sociedad que muchas veces les ha rechazado, pues entendemos que ell@s son las verdaderas víctimas y que todo el mundo, venga de donde venga, nativ@ o extranjer@, tiene derecho a tener una vida digna y plena, en su lugar de origen o en el que se encuentre y decida establecerse. Que está dignidad sólo se consigue aprendiendo a respetar y a convivir con l@s demás, rompiendo estereotipos y ennobleciendo las diferencias, del tipo que sean.
Por ello, aprovechamos para constatar que en absoluto podemos compartir con vosotros ideas o juicios de ninguna clase, que repudiamos vuestro apoyo, del tipo que sea, y que dejéis de sumaros a una causa en la que no tenéis cabida y a la que intuimos sólo os acercáis por motivos propagandísticos, por salir de las sombras en las que os encontráis inmersos. A pesar de la constante criminalización por parte de la asamblea hacia nuestro trabajo y de cómo nos está afectando, nos encontramos encarecidamente más cercanos a estos, por su preocupación con los chavales, que ha ninguno de estos supuestos defensores.
miércoles, 28 de enero de 2009
reflexionando
Trabajando en “lo social”, poniendo parches a un sistema generador de precariedad y violencia, remendando realidades personales y enfrentándonos a una estructura multiplicadora de estas mismas situaciones, ¿es posible ser crítico con el sistema?¿No somos acaso una pieza más del mismo?¿No estaremos perpetuándolo?
Pero, “lo social”, ¿Cuánto abarca?. La intervención con menores, con migrantes, con drogodependientes, en definitiva, con los sectores más vulnerables. Pero también, las ONG´s, la cooperación al desarrollo, la ayuda humanitaria,… ¿no son, a su vez, parte perpetuadora de este sistema?
¿No deberíamos, quizá, otorgarle otra función a “lo social”?¿centrarnos en mayor medida en denunciar situaciones, en mantener un actitud crítica con el fin de cambiar la estructura, en exigir, en transformar?. Por supuesto, pero también hay un mientras tanto. Pues además de denunciar hay que intervenir, hay que mandar alimentos, en el caso de la ayuda humanitaria y hay que estar ahí, apoyando a los chavales, en el caso que nos compete.
Y es por ello que ha pesar de sonar contradictorio, creemos que se puede trabajar en lo social y ser crítico con el sistema. Del mismo modo que los que dedican su vida a luchar por transformar el sistema, por mejorarlo o destruirlo, se enfrentarán en su día a día a mil y una contradicciones al combatir un sistema del que forman parte.
Y es por ello que, quizá, todas las partes sean necesarias, las de denuncia y las de intervención directa. Y que quede absolutamente claro que no es esto, la discrepancia, lo que criticamos. Es el como esta se forma y se ejecuta, sin contrastar, desinformando, manipulando, criminalizando un contexto que ni entienden ni están dispuestos a intentar comprender. Encerrado no se educa, palabra de Dios. Amén.
Pero, “lo social”, ¿Cuánto abarca?. La intervención con menores, con migrantes, con drogodependientes, en definitiva, con los sectores más vulnerables. Pero también, las ONG´s, la cooperación al desarrollo, la ayuda humanitaria,… ¿no son, a su vez, parte perpetuadora de este sistema?
¿No deberíamos, quizá, otorgarle otra función a “lo social”?¿centrarnos en mayor medida en denunciar situaciones, en mantener un actitud crítica con el fin de cambiar la estructura, en exigir, en transformar?. Por supuesto, pero también hay un mientras tanto. Pues además de denunciar hay que intervenir, hay que mandar alimentos, en el caso de la ayuda humanitaria y hay que estar ahí, apoyando a los chavales, en el caso que nos compete.
Y es por ello que ha pesar de sonar contradictorio, creemos que se puede trabajar en lo social y ser crítico con el sistema. Del mismo modo que los que dedican su vida a luchar por transformar el sistema, por mejorarlo o destruirlo, se enfrentarán en su día a día a mil y una contradicciones al combatir un sistema del que forman parte.
Y es por ello que, quizá, todas las partes sean necesarias, las de denuncia y las de intervención directa. Y que quede absolutamente claro que no es esto, la discrepancia, lo que criticamos. Es el como esta se forma y se ejecuta, sin contrastar, desinformando, manipulando, criminalizando un contexto que ni entienden ni están dispuestos a intentar comprender. Encerrado no se educa, palabra de Dios. Amén.
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